Consejos para construir un amor que dure toda la vida
El amor es la mejor decisión de la vida, sobre todo cuando eres capaz de vivirlo con la persona que tanto habías añorado.
El sentido del humor es básico en una relación para que el amor dure toda la vida. Siempre, aunque las situaciones sean buenas o malas, no pierdas la capacidad para sacarle una hermosa sonrisa a tu chico. Es fundamental que, al menos entre ustedes, siempre exista ese sentido del humor que mantenga viva la chispa de su unión de aquí hasta el fin del mundo.
Nunca estéis enfadados los dos a la vez.
No os gritéis jamás, a no ser que todo se incendie.
Si uno de los dos debe ganar una discusión, deja que sea el otro.
Si tienes que criticar, hazlo con amor y delicadeza.
Nunca menciones errores del pasado.
Olvídate del mundo entero antes que de tu pareja.
Sepan perdonar y pedir perdón
Definitivamente el perdón es una de las formas más bonitas de demostrarle a otra persona que la amas, pues es así como reconoces tu lado humano o el del otro, y no sólo aceptas su caída sino que también estás dispuesta a ayudarlo a levantarse, así o más perfecto.
Una buena comunicación, es uno de los pilares principales de las relaciones. Más que hablar mucho, supone intercambiar ideas, dudas y sentimientos profundos. Si expresáis como se sentís y pensáis, daréis a la pareja la oportunidad de que pueda participar en tu vida.
Aunque es cierto que cada persona necesita su espacio, es necesario que paséis tiempo juntos. De esa forma, tendréis la oportunidad de disfrutar de la compañía mutua, os reiréis y experimentareis cosas nuevas. Si se evita el contacto, desgastaréis la relación.
El secreto para que un amor dure para toda la vida es mantener viva la llama de la pasión y también la del respeto y admiración. Recuerda qué gesto, detalle o palabra de tu pareja te enamoró y tenlo presente siempre.
Para amar a alguien es necesario que sepas amarte. No puedes olvidarte de tu alma por intentar cuidar otra, si no tienes calor dentro de la tuya qué le vas a dar a la otra persona. Es importante que no perdamos nuestra esencia por complacer al otro.
